En 16 meses de construcción y, lo que es más importante, de preparativos, se erigió de la nada la imponente fábrica de RONAL IBÉRICA en el polígono industrial «Platea», con una superficie de aproximadamente 55.000 m2. La primera piedra se colocó en 2016 pero, debido a la complejidad del diseño para la planificación de todas las medidas de urbanización, en que fue necesario superar los más diversos tipos de obstáculos, los trabajos de diseño comenzaron mucho antes. Hemos pedido a algunos compañeros que nos cuenten cómo vivieron la fase de construcción y los momentos especiales de estos comienzos. Todos tienen una cosa en común: están orgullosos de haber participado en un proyecto de esta magnitud.
Carlos Gómez, director de IT:
«Comenzamos en un terreno totalmente nuevo, donde no había ni red de telefonía móvil, por lo que tuvimos que crear redes y conexiones provisionales. Prácticamente fabricamos la primera rueda antes de contar con la adecuada cobertura de telefonía móvil.»
Eladio Buzo, jefe de producción:
«Mucho antes de las medidas de construcción comenzó la formación del personal que debía ocupar puestos directivos en la nueva fábrica, así como la contratación de trabajadores. Fue necesario componer dos equipos competitivos, y ninguna de las dos fábricas de Teruel podía quedar en desventaja. Porque no se trataba de cerrar una fábrica y poner la otra en funcionamiento, sino que ambas fábricas debían funcionar simultáneamente.»
Begoña Izquierdo, directora de personal:
«Para el departamento de personal, era una oportunidad de fortalecernos, toda vez que ahora contábamos con dos centros de producción y era necesario aplicar nuevas formas de organización.»
Marta Álvarez, especialista en seguridad laboral:
«La prevención de accidentes y riesgos laborales se ha simplificado, gracias a la planificación a fondo realizada desde el principio, especialmente en el tema de la climatización. Esto ha supuesto un refuerzo adicional para la motivación de los empleados.»
Ángel Vicente, responsable de medio ambiente:
«En el área de medio ambiente, el trabajo de estas primeras fases de la fábrica consistió en obtener las distintas licencias ambientales de la administración municipal. En las áreas de gestión de residuos y consumo de corriente, que procede al 100% de fuentes «verdes», se hizo un esfuerzo especial.»
Antonio Blasco, jefe de almacén:
«Para la primera entrega de aluminio fue necesario realizar líneas extra. Porque no solo había que coordinar el material de RONAL, sino también el de los proveedores y montadores. En la puesta en servicio del almacén pudimos aplicar todas las mejoras cuya necesidad habíamos detectado por la experiencia con nuestra primera fábrica en Teruel.»
Luis Ángel Ibáñez, director de fundición:
«Recuerdo especialmente el momento en que fabricamos la primera llanta fundida. El trabajador que la sacó tenía una mirada radiante.»
Javier Perales, responsable de la planificación del mecanizado:
«Hubo momentos muy especiales, por ejemplo, la puesta en marcha por primera vez de una línea completa de producción robotizada o la mecanización de la primera llanta. También aquí fue necesario un mes de preparativos hasta ajustar a la perfección el primer torno. La adaptación del proceso a esta nueva tecnología de vanguardia era un requisito, pero contamos con la motivación adecuada. Se notaban en la gente la alegría anticipada y las ganas de trabajar con todas esta novedades.»
Manuel Martín, director de calidad:
«La construcción de la nueva fábrica ofrecía la posibilidad de equipar el departamento de control de calidad y el laboratorio con nueva tecnología de vanguardia, facilitando así el trabajo, por ejemplo, mediante la digitalización de toda la información.»
No coincidió exactamente con el primer cumpleaños de la fábrica, pero el 12 de septiembre de 2018 se celebró la salida de la millonésima llanta con un reconocimiento para todos los empleados.