Las expectativas de la industria del automóvil y de nuestros clientes finales respecto a nuestras llantas son altas. Por eso las llantas, que una vez montadas en los vehículos cumplirán su función en la carretera, sobre terrenos difíciles e incluso sobre la pista de carreras, tienen que cumplir todos los requisitos imaginables, y para ello se someten a pruebas rigurosas como prototipos en nuestro propio laboratorio de desarrollo RONAL GROUP. Haciendo uso de los equipos de ensayo más modernos, reproducimos todos los posibles factores negativos que pueden surgir durante la conducción y se controla la funcionalidad y durabilidad de las llantas. Solo si se superan con éxito todas las pruebas, se da el visto bueno para la producción de las llantas.
También en nuestros procesos de verificación distinguen entre verificaciones para el mercado postventa (AM) y verificaciones para primer equipamiento. Las verificaciones AM se describen claramente en el reglamento relativo al permiso de circulación de vehículos (StVZO) y se validan con la homologación TÜV. El número y la duración dependen de la escala de las variantes (vehículo / profundidad de montaje / anclaje). Los certificados como el documento KBA, la autorización CEPE o normativas nacionales especiales (p. Ej. Japón, EE.UU, Asia) completan la homologación en caso necesario.
Los requisitos de inspección de los fabricantes de automóviles son muy diferentes en lo que a valores, tipo y duración de la verificación se refiere, y a veces incluso se requieren equipos de ensayo especiales. Las comprobaciones realizadas por RONAL GROUP, así como los resultados de las mismas, son aceptados y asumidos por nuestros clientes. Los requisitos internacionales cada vez son más, p. ej. en Brasil, China o Corea, etc., lo que alarga el proceso de homologación. Por norma general las verificaciones reflejan la resistencia a la fatiga, así como los posibles usos inadecuados. Por ello, en el ensayo de verificación se tienen en cuenta diferentes rangos de temperatura y campos de aplicación. Si no se supera la primera parte del control de funcionamiento, se puede reforzar la llanta en los puntos críticos mediante abrasión de material en el taller.